Celebrar los cumpleaños de mis hijas con bombos y platillos siempre fue algo muy importante para mi. Pero no se trataba de comprar o mandar a hacer, sino que me encantaba el trabajo del mes antes, de planear el motivo con ellas y empezar a diseñar tarjetas, sorpresas, menus y el ponque. Sobre todo el ponque!!!
El primero fue el del primer año de Cata que fue una torta con batido blanco y tratando de hacer un payaso con el batido de colores y chocolate… Para el primer año de Cami, el ponque fue un oso hecho con una torta redonda grande y una torta Ramo partida en 2 que eran las orejas. Lo cubrí con arequipe y los adornos los hice con chocolate…
Y empezó a picarme las ganas de aprender a hacer ponques con las figuras que mis hijas adoraban.
Medellin ha tenido fama de conseguir lo que uno quiera en pastillaje y pastillaje bonito. Y mi tia abuela Fanny era y mi tia Ligia es, unas duras haciendo ponques de bautizos, primeras comuniones, matrimonios… Y las llamé. Ligia me regaló un librito de Wilton que tenia en la carátula un ponque de león. Cata quedó fascinada con él y yo me estrené con el pastillaje haciendo el “león esta furioso no deja de gruñir“ y quedé matriculada para todos los ponques de ahi en adelante… He hecho de todo y me los he gozado!!! Mi tia Fanny murió hace varios años, pero la tia Ligia ha seguido acolitándome todos los ensayos, pruebas, aciertos y errores.
Frecuentemente la llamo a pedir auxilio… Tiita!!! Que hago??? Me lo tiré!!! Y ella en su paciencia infinita, me da una clase soberbia de cocina.
Va esta dedicatoria muy sentida por sus enseñanzas y por haber despertado en mi, el amor a la cocina y a la repostería…
Aqui van algunas de sus recetas ... (con algunas modificaciones que he hecho a lo largo del camino...)
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