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gusanos zombis ciegos en el fondo del mar

Gracias a los nuevos sumergibles de investigaciones, otros expertos como Craig Smith, de la Universidad de Hawai, estudian lo que pasa cuando una ballena muere, y cae al fondo del mar, a miles de metros de profundidad. Mira aquí todo lo que hace su laboratorio.

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La investigación en el laboratorio Smith se centra en la ecología bentónica de varios hábitats, incluidas las cataratas orgánicas, las llanuras abisales y la plataforma antártica.

El laboratorio tiene su sede en la Universidad de Hawai en Manoa en Oahu.

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Smith estudia lo que él llama “la fauna de la tumba”: lo que sucede con los cadáveres de las ballenas después de hundirse hasta el lecho marino. Cuando uno de estos masivos cuerpos desciende hasta el fondo del mar, es como si cayera maná del cielo: muchos animales especializados en comer huesos y carne en descomposición tendrán un banquete que puede durar entre 50 y 100 años. Smith y sus colegas se toparon por primera vez con un esqueleto de ballena en 1987 durante una inmersión profunda en el sumergible Alvin y quedaron asombrados al descubrir cientos de especies de animales incrustados en los huesos.

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Entonces hoy en día se dedica a alimentar a esas comunidades abisales como quien alimenta palomas en el parque. Sólo que, en lugar de pan, remolca una ballena muerta hasta mar abierto, le coloca un radiofaro y la deja caer hasta el fondo. Luego comienza a visitarla con sumergibles y sondas robot. Y ha descubierto que el cadáver de una ballena hace posible la vida de un montón de animales increíbles. Por ejemplo, los recién descubiertos “gusanos zombis ciegos” tienen unas bacterias especiales para degradar los huesos de las ballenas y alimentarse de sus tejidos grasos y proteínas. “Mira cómo funciona la evolución: estos gusanos se inventaron una nueva estrategia de alimentación que los científicos no habíamos ni siquiera soñado”.

A veces los gusanos son tan abundantes sobre los huesos, que parecen un prado de pasto que se retuerce. Estudiarlos está ayudando a entender cómo la vida funciona por allá abajo en los mares profundos, donde todo es frío y negro como la tinta. Los biólogos se hacen preguntas como esta: ¿Será que al principio esos gusanos vivían cerca de la superficie y un buen día se montaron sobre el cadáver de una ballena y se quedaron a vivir en el fondo
para siempre?

Es importante estudiar esto porque el océano profundo es una de las grandes reservas de biodiversidad del planeta. Algunos de los animales más antiguos descubiertos habitan en los cadáveres de ballenas: ellos son los empresarios fúnebres del abismo, asimilando y reciclando los cuerpos de las ballenas dentro del ciclo oceánico.

 

 

¡No hay un hueso a salvo!
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