Las vidas secretas de las ballenas
Ángela Posada-Swafford - María Victoria Jiménez - Clara Elvira Mejía
Península Valdés. Argentina. Ella es la Franca, la “ballena inocente”. La más amenazada. La más sociable. En inglés, ‘the right whale’, ballena ‘correcta’ para cazar. ¿Por qué? Porque ella es dócil, nada cerca de la costa, permanece más tiempo alimentándose en la superficie, y encima de todo, tiene más grasa otras ballenas. Que Poseidón la proteja.
Para cuando trabajamos en este libro, en el Atlántico Norte (Eubalaena glacialis) había apenas unos 350 individuos de ballena Franca, y en el Atlántico Sur unos 12,000, de los cuales la tercera parte habita en este hermoso desierto de rocas amarillas y agua fría. Las sureñas tienen la suerte de que esta parte del mundo aún no es una carretera interoceánica atestada de tráfico, como es la ruta entre el Caribe y Nueva York. Eso está cambiando.
Migratorias por naturaleza, las francas viven en Valdés desde mayo hasta diciembre. Los ballenatos, concebidos aquí mismo el año anterior, nacen a las pocas semanas de llegar, para que tengan la oportunidad de sobrevivir, acumulando una capa de grasa esponjosa antes de regresar a aguas antárticas.
Mariano Sironi y sus colegas del Instituto de Conservación de Ballenas llevan fotografiándolas desde hace décadas. Han identificado más de 3,200 ballenas distintas, estudiando el patrón de sus callosidades:no hay una igual a la otra, lo mismo que nuestras huellas dactilares. Cada año, los biólogos vienen a pasarse tres meses a esta sencilla casa en la playa que el instituto mantiene en una zona de investigaciones con acceso una ballena barbada en el mundo” (las ballenas de barba son distintas de las ballenas dentadas, como las orcas y los cachalotes).
Los estudios científicos modernos sobre la ballena franca austral comenzaron en 1970 cuando el Dr. Roger Payne inició el Programa de Investigación Ballena franca austral en Península Valdés. Dirigido actualmente por la Prof. Vicky Rowntree de Ocean Alliance y el Dr. Mariano Sironi del Instituto de Conservación de Ballenas, es el programa científico más largo del mundo basado en la fotoidentificación de ballenas. Su lema: “Identificar a las ballenas individualmente: esta es la clave para conocerlas, entenderlas y protegerlas”.
“Así como es posible fotoidentificar las ballenas francas por el patrón de callosidades en sus cabezas, también puede identificarse por ejemplo a las ballenas jorobadas por el patrón de coloración blanco y negro en la cara ventral de su aleta caudal, y a las ballenas azules por el patrón de manchas oscuras y claras sobre su lomo, en combinación con la forma de la aleta dorsal.”
¿Quieres ver lo que hace el
Instituto de Conservación de Ballenas?