una era de gigantes

Todas las ballenas son grandes. Pero la ballena azul es la máaaaas grande de todas. Con 30 metros de largo y 150 toneladas de peso, ella es más grande que los dinosaurios que caminaron sobre los continentes. Más grande, de hecho, que cualquier otra criatura en la historia de la vida en la Tierra. Vivimos en un planeta de gigantes y eso es algo alucinante, pero los biólogos se preguntan: ¿Por qué? ¿Qué le pasó a la ballena azul para ser semejante maravilla?

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A primera vista, la respuesta es fácil: las azules son grandes porque comen mucho. Pero eso no es tan sencillo, pues muchos otros animales comen mucho y no logran ser tan colosales. Los biólogos han tratado de entender este enigma durante décadas, y sólo en los últimos años el biólogo Jeremy Goldboegen y su red de colaboradores en la Universidad de Stanford creen entenderlo.

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fueron tres cosas:

 

Hace unos 7 a 10 millones de años en el mar, cerca de las márgenes de algunos continentes, y en las regiones polares, sucedió algo genial: el agua fría y rica en nutrientes de las profundidades del océano comenzó a subir hacia la superficie con mucha fuerza (eso en oceanografía se llama ‘surgencia’), trayendo parches muy densos de plancton, krill y pequeños peces. Ahora las ballenas de barbas tenían comida permanente y en grandes cantidades.

 

Pero para poder agarrar al krill y a los pececillos que nadan muy rápido, las ballenas de barbas como las azules, se inventaron una forma de comer conocida como "alimentación por embestida". Cómo indica su nombre, la ballena embiste una nube de krill con la boca abierta para tragar una enorme bocanada agua y comida al mismo tiempo. La estrategia de la embestida beneficia más a las bocas más grandes (y por lo tanto los cuerpos más grandes), pero al mismo tiempo necesita que la ballena tenga mucha fuerza y energía.

 

Pero lo que realmente puso la tapa del pomo para el gigantismo de las azules fue la especialización: las ballenas azules, a diferencia de otras que tienen un menú variado, comen krill y solo krill. Eso significa que necesitan tener mucha energía y moverse rápido, y eso lo logran con un cuerpo bien grande e hidrodinámico, con aletitas chiquitas que no interfieran y que hacen que sus cuerpos no puedan maniobrar bien, como si lo hacen las jorobadas con sus larguísimas aletas festoneadas. El precio de solo comer krill es caro porque cualquier cosa que amenace al krill puede acabar también con las ballenas azules. Cosas como cambios de temperatura en el mar, o la sobrepesca del crustáceo (ambas de las cuales están sucediendo ahora mismo).